Nuestros Artesanos

Mercedes Santana

“Por muchos años me he dedicado a la elaboración de carteras pequeñas y grandes de paja toquilla, me enseñaron mis padres desde la edad de 10 años ya con el tiempo me fue gustando comencé como un entretenimiento de poco a poco ya que antes no existían nada de internet para pasar el tiempo a veces me tejía 1 cartera en dos días, luego ya fui perfeccionando mi tejido más parejo, tiñendo la pajita de diferentes colores para combinar y realizar algo diferente, ya a mis 40 años sigo con esta especialidad que Dios me dio, de trenzar finas hebras de paja toquilla, me gusta y me llena de orgullo al saber que voy a ser conocida en el mundo como la señora de las carteras”.

Fabián Cobeña

“Tengo más de 25 años realizando collares, aretes, pulseras, accesorios en tagua, este arte viene por generaciones, tengo como 30 hermanos de los cuales no nos conocemos todos, pero la mayoría se ha dedica a la tagua, me gusta hacer diseños nuevos coloridos al gusto del cliente, si traen algún modelo yo les hago, soy muy trabajador durante todos estos años me he ido perfeccionando cada día más, ya a mis 43 años quiero seguir creciendo y dejar el nombre de Sosote en lo más alto, les agradezco por mostrar mis productos en una pagina web para poder incrementar el trabajo en mi tierra”.

 

Julia Santana

“Me he dedicado a la elaboración y comercialización de sombreros hechos con la paja mocora, tengo 60 años de los cuales la mayoría los he pasado con este trabajito, los llevo a Montecristi para que los puedan exhibir la materia prima viene de Paján, pero yo los termino en mi casa en Calceta, es la primera vez que me hacen una entrevista y sobre todo la oportunidad de vender mis productos en el internet, espero que les valla bien éxitos y bendiciones”.

 

María Chuchuca

“Soy tejedora de sombreros brisas y llanos aquí en Cuenca, me he dedicado a este oficio casi toda la vida, aquí en diferente desde pequeños nos enseñar a ir al campo ordeñar vacas, y hacer las cosas en casa, yo puedo tejer hasta caminando esa es una gran ventaja, a nosotros nos conocen como las cholas cuencanas para mi es un orgullo que nos conozcan así, es un orgullo que mis sombreritos puedan venderse por internet para que no se acabe la tradición que sigan conociendo al Ecuador como el país que hace los mejores sombreros de paja toquilla”.

 

José Jiménez

“Llevo mas de 30 años elaborando productos en telares y alpaca, esta tierra llamada Otavalo es conocida como el valle del amanecer casi todas las personas se dedican a este oficio, nuestros padres desde pequeños nos enseñaron que teníamos que trabajar en algo, en mi caso me dedicaba a llevar la materia prima, seleccionarla desde temprana edad me fue gustando ya que hasta mis amigos lo hacían lo veía como algo normal, ya a través del tiempo he elaborado ponchos, bufandas, camisas, sabanas, guantes entre otras, estoy emocionado porque mis productos lo van a conocer muchas personas en este sitio web, de ante mano muchas gracias por apoyarnos”.

 

Alberto Mero

“Soy maestro en artesanías elaboradas en fibra o mimbre, llevo 20 años en este labor, soy de Montecristi y durante todos estos años esta ha sido mi profesión y pasión, me gusta que me hagan entrevista de mi trabajo ya que con aquello muchas personas van a conocer mi trabajo, para tejer muebles son algunos días sentado a veces con la ayuda de un amigo para terminarlo lo más pronto posible, en cuestiones de carteras e individuales es más rápida su elaboración, ahora las personas podrán ver mis arte en una pagina web estoy muy agradecido”.

 

Fernando López

Vive en el sitio de Las Pampas del cantón Montecristi con 45 años es la persona encargada de realizar la primera fase del proceso de elaboración de un sombrero      que es la recolección de la materia prima oficio que viene realizando por tradición de sus padres quienes tenían grandes terrenos sembrados con esta planta silvestre que crece en bosques húmedos del litoral conocida como paja toquilla.

Fernando lleva más de 20 años realizando este oficio que consiste en adentrarse al boque a cortar el tallo que nace en la parte del medio de la planta el cual primero se procede a sacudir el tallo contra el piso para que se pueda ir abriendo posterior a esto con un cacho de vaca se parte del tallo quedando abierta de forma desojada , se la lleva a cocer en una olla de agua hirviendo durante diez segundos después que se extrae se cuelga en grandes cordeles donde se va a secar , una vez secada de poner en grandes hornos de leña donde se sahumara con azufre .

Esta actividad que realiza este señor es el único oficio con el cual el mantiene a su familia y a la vez nos comenta que la mayoría de personas de ese sector se dedican a eso aunque no es mucho lo que ganen debido a que existen dos tipos de pajas la que es seleccionada para sombreros finos  que tiene un precio de $12 un mazo con doce cogollos y la paja de juguetes que  como su nombre lo dice se utiliza para realizar canastas, accesorios para damas ,individuales entre otros y su precio es de $7 los doce cogollos.

Por ello el inculca a sus hijos sobre todas estas tradiciones para que ellos puedan aprender y ayudar económicamente a el hogar.

Lucrecia Mero Castro

Nacida en el cantón Montecristi en el sector de Cerro Guayabal tiene 63 años  de edad aprendió a tejer desde los 14 años de edad cuando su madre le enseño a tejer sombreros finos de paja toquilla ,debido a la alta demanda de sombrero que existía después del boom bananero las personas no se abastecían a realizar tantas unidades en un cierto periodo por lo que empezaron a enseñar a sus hijos la elaboración de esta obra de arte para que ellos puedan ayudar a la producción y así cumplir con los pedidos.

Actualmente la señora Lucrecia vive en la comuna de Rio de Oro perteneciente al cantón con sus dos hijos quienes también saben tejer canastas de paja toquilla , la señora Lucrecia forma parte de la segunda fase de elaboración de un sombrero que es el tejido ella elabora sombreros de grado 13 hasta 17 en los cuales se demora de dos semanas hasta tres meses en realizar un solo sombrero en el que se utiliza de dos a tres mazos de paja con doce cogollos cada uno valorado en $12 cabe recalcar que para los sombreros fino no se utiliza todo tipo de paja sino la seleccionada que toma un color beige ,dando origen a un Panamá hat.

Todo este proceso es el que realiza la señora Lucrecia para obtener ingresos que sustenten sus gastos sin tomar en cuenta otros factores como es la salud ya que al realizar este arte se lo debe realizar en una postura semi inclinada para que el sombrero tenga un tejido ajustado.

Ella expresa que ¨se debe motivar a las personas para que ellas puedan seguir en esta elaboración y no dejar decaer la producción ya que esto pertenece a la ocupación de varias personas que no consigue un trabajo estable por su edad¨.

María Mero Anchundia

Con la edad de 62 años es conocida cariñosamente como niña María es oriunda del Cerro Guayabal sitio perteneciente al cantón Montecristi, aprendió el arte de tejer con fibras de paja toquilla (Carludovica Palmata) a los nueve años, cuando su madre y abuela se dedicaban a realizar el mismo oficio, el cual era el sustento económico de la familia en aquella época.

María apoyada en la base donde realiza el terminado de los sombreros nos dice que

¨Desde siempre ha vivido en Montecristi cuidad donde lleva 45 años de experiencia en formar parte de la tercera fase de la elaboración de un sombreros conocido comúnmente como remate o terminado¨ ella es una personas de la tercera edad y dice que dentro de su casa convive con seis personas su hijo, su nuera y dos nietos convirtiéndola a ella en el pilar fundamental de sustento económico de su hogar ,razón por la cual se dedica a enseñarle a su familia cada día el oficio de crear esta gran obra de arte , motivándolos a seguir con esta tradición cultural y ancestral para que no acabe esta tradición.