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Equipo de EcuadorStores artesanos profesionales

Paja Toquilla

Mercedes Santana

Por muchos años, me he dedicado a la elaboración de carteras de paja toquilla, una tradición que aprendí de mis padres cuando tenía solo 10 años. Empecé tejiendo como un pasatiempo, antes de que existiera Internet, dedicando dos días para crear una sola cartera. Con el tiempo, perfeccioné mi técnica, creando tejidos más uniformes y tiñendo la paja en colores vibrantes para diseñar productos únicos. Ahora, a mis 48 años, sigo con esta especialidad que Dios me dio, trenzando finas hebras de paja toquilla con amor y dedicación.

Cada cartera es una obra de arte que refleja la paciencia y la experiencia adquirida a lo largo de los años. Saber que mis creaciones serán conocidas en todo el mundo gracias a la asociación EcuadorStores me llena de orgullo y emoción. Espero con ansias recibir muchos más pedidos, para seguir compartiendo la belleza y la calidad de las artesanías ecuatorianas. Este oficio me apasiona y me siento honrada de llevarlo al siguiente nivel, llevando un pedacito de Ecuador a cada rincón del mundo.

Lucrecia Mero

Nacida en el cantón Montecristi, Lucrecia, de 63 años, aprendió a tejer sombreros finos de paja toquilla a los 14 años, gracias a su madre. En aquellos días, tras el boom bananero, la demanda de sombreros era tan alta que las familias enseñaban a sus hijos este arte para poder cumplir con los pedidos.

El meticuloso proceso de tejido requiere una postura semi inclinada, asegurando la precisión del ajuste del sombrero, pero también imponiendo un esfuerzo físico significativo. Para Lucrecia, este trabajo no solo proporciona los ingresos necesarios para su sustento, sino que también representa una herencia cultural invaluable.

Ella expresa con pasión: “Debemos motivar a las personas a seguir con esta tradición, para no dejar decaer la producción. Este oficio sustenta a muchas personas que no pueden encontrar un trabajo estable debido a su edad.” La señora Lucrecia espera con entusiasmo continuar recibiendo pedidos a través de la asociación EcuadorStores, manteniendo viva esta rica tradición artesanal y llevando un pedacito de Ecuador al mundo.

image person doing the topped straw toquilla hat

María Mero

Con 62 años, conocida cariñosamente como Niña María, oriunda Montecristi. Aprendió el arte de tejer con fibras de paja toquilla, a los nueve años, siguiendo la tradición de su madre y abuela, quienes sustentaban a la familia con este oficio.

María, apoyada en la base donde realiza el terminado de los sombreros, nos dice: “Siempre he vivido en Montecristi, y llevo 50 años en la segunda fase de elaboración de sombreros, conocida como remate o terminado.” Ahora, en su tercera edad, vive con su hijo, su nuera y dos nietos, siendo el pilar fundamental del sustento económico de su hogar.

Gracias a la asociación EcuadorStores, María espera mejores días, viendo crecer la demanda por su arte. Ella se dedica a enseñar a su familia el arte de crear estas magníficas obras, motivándolos a mantener viva esta tradición cultural y ancestral. Niña María agradece profundamente a todos los clientes interesados en su arte, esperando seguir compartiendo su habilidad y llevando al mundo los mejores sombreros, preservando así el legado de Montecristi.

person carrying armed thin hat toquilla straw

Fernando Lopéz

Fernando, de 55 años, vive en Montecristi y es el encargado de la primera fase en la elaboración de los finos sombreros de Montecristi: la recolección de la materia prima. Este oficio, que ha realizado por más de 40 años, es una tradición heredada de sus padres, quienes cultivaban grandes terrenos de paja toquilla en los bosques húmedos del litoral.

Fernando se adentra al bosque para cortar el tallo central de la planta, lo sacude contra el suelo para abrirlo y luego lo desoja con un cacho de vaca. Los tallos se cuecen en agua hirviendo por diez segundos, se cuelgan para secar y finalmente se sahúman con azufre en hornos de leña.

Este es el único sustento de su familia y aunque muchos en su comunidad se dedican a lo mismo, los ingresos son limitados. La paja seleccionada para sombreros finos se vende a $20 el mazo, mientras que la paja para juguetes, usada para canastas y accesorios, se vende a $10.

Fernando inculca a sus hijos estas tradiciones, esperando que ellos continúen el legado y ayuden económicamente al hogar. Gracias a la asociación EcuadorStores, él espera que sus productos lleguen a más clientes y mejoren su calidad de vida, agradeciendo a todos los que valoran y apoyan su arte.

Alpaca

Luz María

Luz María, de 50 años, vive en la región andina y ha dedicado su vida al arte textil, creando ponchos, mantas, bufandas, chales, gorros y mochilas a mano, utilizando la lana de alpaca. Aprendió este oficio ancestral de su abuela, quien le enseñó a tejer diseños geométricos inspirados en la cruz andina Chacana, símbolo de la cosmovisión andina.

Cada pieza comienza con la recolección de la lana de alpaca, que luego es limpiada, cardada y teñida con tintes naturales. Luz María teje cada hilo con paciencia y precisión, asegurando que los patrones de la Chacana reflejen la riqueza cultural de su pueblo.

Este arte es su principal sustento y un legado que comparte con sus hijos, asegurando que las tradiciones se mantengan vivas. Gracias a la asociación EcuadorStores, Luz María espera llevar sus hermosos textiles a un público más amplio, mejorando su calidad de vida y agradeciendo a todos los clientes que valoran y apoyan su trabajo artesanal.

maquina manuel de hacer tejidos en otavalo

Tagua

Fabian Cobeña

Con más de 35 años de experiencia en la creación de collares, aretes, pulseras y accesorios en tagua, sigo una tradición artesanal que ha pasado por generaciones en mi familia. Soy parte de una numerosa familia con alrededor de 30 hermanos, muchos de los cuales también se dedican a este hermoso arte. Me apasiona diseñar piezas nuevas y coloridas, siempre adaptándome al gusto y preferencia de cada cliente.

Si alguien trae un modelo específico, puedo reproducirlo con precisión y dedicación. A lo largo de estos años, he perfeccionado mi técnica y aprendido mucho, y a mis 49 años, mi meta es seguir creciendo y obtener un reconocimiento artesanal.

Agradezco sinceramente la oportunidad de mostrar mis productos en una página web, ya que esto permitirá incrementar el trabajo y el desarrollo económico en mi comunidad. Cada pieza que creo no solo es un accesorio, sino también una expresión de mi historia y la tradición de mi tierra.

Fibra mimbre

Alberto Mero

Soy maestro artesano especializado en la elaboración de piezas en fibra y mimbre, con 20 años de experiencia en este apasionante oficio. Nacido y criado en Montecristi, he dedicado mi vida a perfeccionar esta hermosa tradición.

Mi trabajo es tanto mi profesión como mi pasión, y disfruto compartirlo con el mundo. Las entrevistas sobre mi labor me permiten llegar a más personas y dar a conocer el arte que realizo.

Tejer muebles es un proceso que puede llevar varios días, a menudo contando con la ayuda de un amigo para completar las piezas más rápidamente. En contraste, la creación de carteras e individuales es un poco más ágil. Ahora, gracias a la oportunidad de mostrar mis obras en una página web, más personas podrán apreciar la dedicación y el esmero que pongo en cada pieza.

Estoy profundamente agradecido por esta plataforma que permitirá difundir y valorar mi trabajo artesanal.

Proceso de materia prima de paja toquilla